Siempre que escuchamos esta expresión la relacionamos con algo negativo, que nos hace ganar peso. Sin embargo, para poder afirmar esto, primero debemos contextualizar en qué circunstancias se dan estas pequeñas comidas a lo largo del día.

Está claro que añadir en estos picoteos alimentos poco nutritivos y que contienen muchas calorías nos supondrá un estorbo si nuestro objetivo es perder grasa, pero no podemos afirmar que añadir pequeñas comidas durante el día es algo negativo.

Imaginemos el caso de una persona que llega hambrienta para la cena, en este caso podría ser una buena opción añadir un picoteo poco antes de hacer la cena para que así no se exceda comiendo más de lo necesario cuando cene.

También podría darse el caso de alguien que se siente saciado muy rápidamente y su objetivo es ganar masa muscular pero no ingiere las calorías necesarias a lo largo del día. En estos casos podría ser una buena idea añadir estos “picoteos”.

Por tanto, lo más importante a la hora de pensar en añadir algún picoteo serán dos aspectos:


1. ¿Que alimentos voy a escoger?

2. ¿Se adapta a mis requerimientos diarios?

No es lo mismo añadir en nuestro picoteo algo de fruta y unos frutos secos a usar como picoteo unos donuts de chocolate. No solo por la cantidad de calorías de diferencia que estamos ingiriendo sino porque realmente, en este caso, no lograríamos el objetivo de saciarnos ya que productos de este tipo están compuestos por alimentos muy pobres nutricionalmente hablando, como harinas refinadas que se absorben muy rápidamente y que además al contener una mezcla de aditivos y otros compuestos sabrosos hacen que queramos más. Por tanto, producen el efecto opuesto al que buscábamos y en este caso, no se recomienda hacer picoteos.

Por eso, un buen ejemplo será escoger algún lácteo que nos aporte saciedad, algo de fruta, o también algún carbohidrato de absorción lenta, como avena.

Aún así, tal vez ya estemos ingiriendo las calorías que necesitamos a lo largo del día y comamos lo que comamos nos hará añadir mas calorías de las que nuestro cuerpo necesita. En ese caso podemos optar por suprimir los picoteos o flexibilizar la dieta y realizar pequeños gestos que nos darán el margen que necesitamos de calorías para añadirlos.
Por ejemplo, ser más cuidadosos a la hora de añadir aceite a nuestros platos, eliminar algo de pan de nuestras comidas principales o simplemente reducir un poco la cantidad de nuestros platos a lo largo del día.

Ten en cuenta estas pautas y podrás elegir la opción que mejor se adapte a ti!